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INTEGRACIÓN EN EL ENTORNO
La parcela se encuentra situada en una hermosa ladera verde, con pendientes que oscilan entre los 30 y los 45 grados.
Creo que dadas las condiciones topográficas de la parcela, la solución que se propone en el proyecto presentado es la que mejor se integra en el entorno y la menos agresiva con la zona en que se ubica. Una solución ajustada a la sección arquitectónica propuesta por el Ayuntamiento de Ruiloba, obligaría a hacer una explanación de la parcela y la colocación de una escollera de unos 15 metros con un impacto visual sobre el paisaje que destrozaría para siempre las hermosas vistas de estos parajes cántabros.
No lejos de la parcela, a unos pocos km, se encuentra la cueva de Altamira, y su nuevo Museo, obra del gran arquitecto cántabro Juan Navarro Baldeweg. La cueva es un maravilloso ejemplo de arte rupestre, de cómo el hombre del paleolítico habitaba las tierras cántabras y de la manera en que se relacionaba con el paisaje, y el museo es un gran ejemplo de cómo un edificio de arquitectura se puede situar en un paisaje sin agredirlo. De la cueva me gustaría destacar principalmente dos aspectos. Por un lado aprovechaba vacíos que la morfología del paisaje le brindaba y por otro se relacionaba con el exterior a través de un gran hueco que además de proporcionar luz y ventilación, capturaba las inmejorables vistas que el paisaje cántabro les proporcionaba.
BREVE DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
El proyecto intenta integrarse con el entorno de manera similar. Dos grandes vacíos excavados en la tierra albergarán aquellas partes del programa que menos solicitaciones de iluminación y ventilación necesitan (garaje, almacén, piscina, baños y núcleos de comunicación). El resto del programa se coloca en dos volúmenes que se abren al exterior a través de dos grandes huecos del mismo modo que lo hace la Cueva.
El volumen superior se remata con una cubierta vegetal, de césped, buscando dar continuidad al paisaje en el que se inserta e intentando investigar en las excelentes condiciones térmicas y de confort que estas cubiertas nos proporcionan. Este tipo de cubiertas se han utilizado con gran éxito a lo largo de la historia de la arquitectura. Sirvan de ejemplo tres obras de tres de los arquitectos más importantes del panorama de la arquitectura internacional como son : la Casa en Baiao del arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura, Las Termas de Vals del arquitecto suizo Peter Zumthor o el ya mencionado Museo de la Cueva de Altamira del arquitecto español Juan Navarro Baldeweg. En la cubierta se coloca un banco desde el que poder observar los Picos de Europa, haciendo un guiño metafórico a uno de los parajes más hemosos de todo el acantilado cántabro comoes el mirador del Remedio.
Los volúmenes que emergen al exterior se acaban con rastreles de madera (IPE lapacho), de modo que quedan recubiertos de madera y césped, entendiendo que es una buena forma de relacionar arquitectura y paisaje. El interior se trata de resolver con cierta austeridad a la hora de elegir los materiales. Hormigón pulido y madera para los suelos, placas de cartón yeso, ladrillo visto y pintado de blanco y vidrio para los paramentos, y madera de haya y acero inoxidable para las carpinterías.
DATOS DE LA OBRA
Situación
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Parcela 14, Finca Buena Vista, Barrio Liandres,
39527 Ruiloba, Cantabria.
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Fecha del proyecto
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Diciembre 2004
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Arquitecto
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José Antonio Lozano García
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Promotor
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Rosa María Andrés Pérez
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Presupuesto total
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200 000 Euros.
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Superficie construída
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507 m2
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